sábado, 7 de enero de 2017

Tan sólo ven...

Ven...
Vamos a ponerle un hilo fuerte a la aguja que cose nuestra historia y pintura roja por si un día se le olvida, por esas cosas de la vida, que tenemos el corazón ajeno atado al propio, y el propio lo hemos entregado abierto y latiendo, sin corteza ni esqueleto.
Ven...
Por si uno de los dos llora.
Para saber lo que toca. Para no separarnos.
Para no despedirnos.
Para no descosernos.

Ven...
Vamos a gritar con todas las fuerzas lo que lastima y lo que lastimó para sacarlo de adentro, pero sobre todo para que no vuelva.
Vamos a correr alrededor del mundo con la misma velocidad con la que te quiero dar un beso cada vez que te veo.
Vamos a arrodillarnos, acariciarnos, vernos.
Vamos a dar gracias. Gracias por dejarme respirarte hondo, llenarme los pulmones de tu aire, vaciarme el estomago de un suspiro y volver a llenarme de esta ansiedad que me provoca querer quererte de manera limpia, cuando nos damos un revolcón sucio para limpiarnos las ganas.
Ven, tan sólo ven... para que nunca más te vayas. 

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