lunes, 16 de enero de 2017

Naufragio a la deriva

Léeme cuidadosamente,
porque de ello derivará todo el sentido de estas líneas de mi naufragio...
Si confieso que te extraño,
no será porque empiezo a delirar de sed,
la sed es que se resista tu boca a la mía.
Has sentido como me aferro a tus labios cuando nos ahogamos en deseos carnales,
siempre a la deriva, sin tocar tierra por temor a renunciar a estos sueños hechos vida. 

Puerto de Catarroja - Valencia

Ambos sabemos lo que es tener todo definido,
lo aburrido de tener que ir persiguiendo al tiempo mientras se desmorona en nuestras manos. 

Mejor, vamos a invertir en tacto,
en esta isla paradisíaca de espacios secretos con la que tanto soñamos.
Adoro descubrir las fronteras de tu cuerpo,
ahorrar saliva,
y pedirte, sólo con mi mirada,
que por favor no dejes de clavar tus besos en mi alma,
mientras erizo tu piel con mis caricias sobre la parte baja de tu espalda.
Es muy importante que leas esto cuidadosamente,
porque mis manos tiemblan de abstinencia
y aún no sé si recibes este mensaje,
embotellado cuidadosamente y enviado por mar abierto,
donde temo que muchas cosas se hayan perdido para siempre... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario