miércoles, 29 de marzo de 2017

Voy a guardarte

Voy a guardarte en una neurona sin conexión 

para que no te deslices en cualquier dirección.
En la primera gota de mi ducha,
en la tercera cucharada de azúcar 

y en el pliegue de mi camisón.
En la luz roja del semáforo,
en el olor de las cartas de antaño
y de las cenizas que tú chimenea dejó.

En la lágrima que vino después de la risa,
el buen olor que escapa de mi cocina,
en los calcetines, la manta y la costura de mi almohadón.
En el billete de metro, 

la moneda olvidada del monedero
y en el aroma que reside en tu cuello tras un buen revolcón.

En mi gel de vainilla,
en mi cuadro de El beso de Klimt,
en un ataque de cosquillas
y la sal de las palomitas de maíz.

Voy a guardarte,
solo por quererte como te quiero
y quererte solo para mí,
en un lugar de ensueño que es solo mío,
de sueños bonitos sin máscaras ni concilios.
En un lugar que de tan mío no te vas a querer ir... 


Voy a guardarte en una cajita china,
tan pequeña que no te entren las dudas,
en mi Triángulo de las Bermudas
y en mi cálido sentir. 

lunes, 27 de marzo de 2017

Como un susurro

Amo las palabras que se escapan de mis dedos 

para enredarse en cada una de tus fotografías.
Palabra tras palabra,
para jugar con ellas 

y tener algo que decirte cada día.
Una necesidad que nace,
la forma de sentir que hoy acaricio tu espalda con mis dedos,
que toco el borde de tus labios, 

sostengo tu mano y tu cintura, 

y me pierdo en tu cabello.
Así me deslizo como un susurro del viento hasta ti,
para volver a subir...
A la cornisa de tu oreja para susurrarte que me encantas, disimuladamente, pero sin miedo de callar nada. 

Pese al impacto, pese a la burbuja de cristal confeccionada.

Insisto en recordarte mi sonrisa,
los inicios de la humanidad,
los principios del amor y de la vida.
Desde la primera caricia sobre tu tersa piel hasta el último de tus suspiros acelerados.
Estoy amando los esfuerzos voluntarios,
la ceguera del corazón,

los vacíos irremediables 

y la falta de razón.
Pero sobre todo la distancia,
la que saca lo mejor de mí para hacerlo llegar a tí, 

cuando tu olor me embriaga.