martes, 9 de febrero de 2016

Tras la ventana

Me oprime la impotencia, 

la pena y la condena.
El techo se desprende, 

hay luz insuficiente 

y las paredes me encadenan.
De que sirven mis lamentos, mi castigo, 

sino quiero lo que hay fuera.
La libertad es relativa, 

si con todo el mundo a la vez, 

no se puede ser sincera...
No hay peor reproche hacia uno mismo que encerrarse en esta trena,
que es la soledad sin tu perdón que hasta mi cordura desordena. 

En el Castillo de Santa Bárbara - Alicante



No hay vacío mas grande que el impredecible abandono,

ni castigo mas destructivo que esta implacable ignorancia,
La culpa es más dañina al saberte herido,
y el remordimiento no alivia, 

no ayuda a borrar palabras.
Impotencia, dolor y rabia en cada acto,
dilapidaron cualquier recuerdo que hubiésemos amado.
Solo queda el autoperdón para mi alma, 

encerrada triste tras la ventana,
Lágrimas, reproches, mil lamentos... 

Se han clavado como agujas en mi piel tatuada.
Enterraría mi ira e insistencia, 

de cuanto viví feliz contigo no me arrepiento de nada.
La luz se filtra poco a poco y va curando la nostalgia, 
Tengo un ángel que me ayuda, a pensar en un mañana. 

Catedrales de autoestima

Se cansó de aparentar, de callar, de acatar..., del imposible de tratar de gustar a todo el mundo.
Se dio cuenta de que a pesar de los esfuerzos por agradar y de asumir sus normas establecidas, 
hiciese lo que hiciese, para bien o para mal, sería igualmente criticada, por todos ellos, por todos cuántos no la apreciaban.

No era perfecta y lo sabía, tenía mil y un defectos escondidos, anidando en cada costura del traje a medida que la oprimía. 
Se despojó de toda máscara, se alzó al mundo que la rodeaba, 
se enfrentó a sus miedos y miserias, controlando sus lágrimas mientras temblaba, aguardando sermones y reprimendas, 
se mostró temerosa antes quienes creía que fallaba.

Basílica de Santa María - Alicante


Tanto se postró al mundo decidida que hasta la venda cayó de sus ojos.

Los que criticaban seguían haciéndolo a sus espaldas, 
los que la odiaban ni siquiera se molestaban en hablarla,
pero los que de verdad la querían... Ni siquiera se escandalizaban. 

Vieron su desnudez y no corrieron a taparla, sonrieron y tendieron su mano para ayudarla en la escalada. 


Descubrió mil virtudes encerradas bajo la llave de la inseguridad, empezó a sentirse valorada, a comprender donde encajaba. 
Construyó catedrales de autoestima con cada lección aprendida.
Jamás gustaría a todo el mundo, 
pero se querría así misma. 

Que crucifiquen mi ser

¿Cómo consigues volcar todo mi mundo, 
del derecho y del revés...?
¿Cómo logras colarte en mis sueños, 
arrebatar mi lucidez...?
¿Cómo vences mis barreras, mi cordura,
mi corazón, robándolo otra vez...?
No puedo, no debo... ¡Qué crucifiquen mi ser!
He comprado tus besos, 
vendiendo mi sensatez. 

Barrio de La Santa Cruz - Alicante


Quizá los malos recuerdos se deslicen por nuestros ojos,
surcando acuosos nuestra cara, pero aquellos bonitos permanecen,
escritos... eternos... en el alma. 

lunes, 8 de febrero de 2016

Caminando a tu destino

¿Conoces esos nervios en la boca del estómago que paralizan tus piernas y entorpecen tus sentidos? ¿Esas palpitaciones en el pecho y ese sentimiento de ansiedad que te ponen en el borde del abismo? 



Sabes que te encuentras a punto de saltar, que vas caminando a tu destino, que parece eterno el final donde él te espera con curiosidad.

Y de repente lo ves, te ve, y tu alma está a punto de estallar, tu corazón bombea sangre sin parar y tus extremidades se mueven agarrotadas con una sonrisa nerviosa, imposible de ocultar.

Navío Santísima Trinidad - Alicante

Te esfuerzas por mantener a raya la timidez,
conseguir mantenerle la mirada para contemplar sus ojos por primera vez.
Y entonces tu alma explotada se derrama, el amor te inunda las entrañas y sabes que en ese momento es él, sólo él, que te sientes como en casa. 

Museo del Ferrocaril - Torrellano (Alicante)

martes, 2 de febrero de 2016

Mi mejor banda sonora

Te reflejas en cada letra,
en cientos de estrofas de canciones,
tiemblo con infinita impotencia
y bailo entre pentagramas de emociones.
Ansiedad y alivio a contratiempo,
cuando tu voz es melodía.
Claves de fatídico lamento,
si estás ausente al terminar el día.


Si es que...
Tu risa da ritmo a sentimientos que en mi afloran, 
sabes que eres tú, y sólo tú, mi mejor banda sonora.