jueves, 14 de enero de 2016

Mi primera bicicleta

¿Recuerdas cuando aprendiste a montar en bici? 


Mi abuelo encontró una bicicleta de paseo en los contenedores del pueblo, tenía la horquilla un poco torcida pero pensó que con unos martillazos y una de las ruedas de su vieja bicicleta, podría regalarle a su nieta un juguete nuevo.


Una bicicleta oxidada en un callejón alicantino...


Mi primera bicicleta pues, fue de color rojo a brochazos, la rueda delantera un poco más grande de lo normal, un sillín muy mullidito y si la mirabas desde atrás... Veías perfectamente la parte delantera... 


Sin ruedines y con curvas bajo mis piernas, me dispuse a aprender a manejar el juguete más chulo de todos, feliz y muy orgullosa de mí abuelo... 


¡Menudas leches me metí! Piedras, esquinas, paredes, bordillos... Me zampé de todo menos la cabezonería, aún recuerdo como con las rodillas solladas y el viento en mis mejillas, oía a mi tío decir "más rapido, más rápido..." sin apenas percatarme que la voz que sonaba en mi oído, mientras unas manos habían aferrado antes el chasis, se escuchaba cada vez más lejana... Y cuando me di cuenta y noté el temblor bajo mi cuerpo, miré hacia atrás y vi a mi tío y a mi abuelo lejos, muy lejos... Taaan lejos que... ¡¡¡Zas!!! Tortazo de campeonato, la bici encima de mí, el escozor de la herida en mi brazo, el sonido de los pasos apresurados de mis familiares y mis lágrimas brotando en mis ojos.


- ¡Ay pobre! ¿¡Te duele mucho!? ... ¿¡¿¡De que te ríes!?!?


- Ya sé montar en bici.

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