Hoy partimos

Hoy sí, hoy era el día que llevábamos esperando siempre. 
El cielo amaneció claro y transparente, y el puerto apenas se desperazaba con los primeros pescadores deportivos que se hacen a la mar.

Puerto de Cádiz

Abordamos de un salto nuestro barco, rompiendo el silencio de su reposo con el sonido de nuestros pasos sobre la cubierta. 
Nos miramos inquietos, sin duda deseosos de una actividad negada por nuestras propias limitaciones.
Lejos quedaron aquellos tiempos en los que juntos hacíamos frente a condiciones duras e incomodas, de juventud e ímpetu descarado, vivos aún en el recuerdo.
Despertaron el dormido motor que se desperezó y ronroneó malhumorado. 
Todo en orden...
- Vámonos, vámonos ya. - Me susurró al oído.
 - No tengas prisa. - Contesté. - Hoy mi tiempo es para ti, para nosotros, hoy amor partimos, rumbo a la eternidad. 
Soltamos amarras, seguimos nuestra rosa de los vientos, al fin libres, en tierra quedó todo impedimento...  
(Nunca les quitaron sus ganas de soñar).