miércoles, 13 de enero de 2016

En el tranvía

Con la cabeza apoyada en la ventanilla del vagón de mi tranvía, veo pasar las casas como si fuese el tráiler de una película. Dos veces al día, sólo por un momento, cuando el semáforo se pone en rojo, tengo la posibilidad de echar un vistazo a otras vidas. Es raro y curioso a un mismo tiempo, como reconforta el hecho de ver a desconocidos en la seguridad de sus hogares. Como si fijarte en sus costumbres te evadiese de tu rutina.
El tranvía vuelve a ponerse en marcha con una sacudida y se tambalea ligeramente al tomar la curva.
Pienso entonces en el vaivén de las ruedas sobre los raíles de los trenes que me acercan y alejan de tí.
Cuando te siento lejos, sólo quiero reclinarme en el suave asiento y sentir el parpadeo de la tenue luz reflejado en la ventanilla. Prefiero estar aquí, observando las casas y calles junto a las vías, que en cualquier otro lugar... Si tu no estás en el destino... Tantas historias en cada estación de tren, y tantos trenes en cada historia. 


Andén "La Marina" - Alicante

Que los extravíos nos traigan hallazgos, que perdernos solo sirva para volver a encontrarnos.


1 comentario:

  1. Enhorabuena por tus relatos, me gusta el blog!

    "Que los extravíos nos traigan hallazgos"
    Me la apunto en mi lista de frases preferidas, si me dejas :)
    Un saludo.

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