miércoles, 2 de marzo de 2016

Vacía sin tí

Intenté no pensar en su cuerpo pálido, sus ojos inertes, sin vida, habían sido cerrados por última vez frente a una desconocida, la misma que acariciaba su rostro con una tela metálica y fría.
Subida al Castillo de Santa Bárbara (Alicante)

No se cuanto tiempo estuve ahí, paralizada, recordando. Subí las escaleras como una anciana, cogiendo fuerzas para pasar de un escalón a otro. Se había ido... ¿Quién iba a programarme el vídeo, a arropar con sus pies calentitos los míos fríos? ¿Quién seguiría año tras año preparándome el Cola Cao de los domingos? Pensé en todo aquello sin sentirlo, tambaleándome hacía la pared y dejando resbalar mi espalda por el granito.
Saqué mi móvil del bolsillo, tanteé con dedos temblorosos hasta visualizar su último mensaje: "Voy para casa cariño, me muero por verte". Me llevé el teléfono a la mejilla, como si aún quedase su esencia en la pantalla y pudiese entrar en mí. Mojé cada letra con mis lágrimas... - Yo también vuelvo a casa... Vacía, sin tí. 

5 comentarios:

  1. Bello y triste microrelato, Estefanía. ¿Y esa desconocida no nos la revelas? U beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La médico anatómico forense ;P La que cubre su cuerpo de ojos sin vida...

      Eliminar
    2. Gracias, Estefanía. Había pensado en La Muerte pero me despistó lo de la tela metálica.

      Eliminar
  2. wooow, que bueno.
    Vaya par de escritores estamos hechos eh?
    Felicidades.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno bueno... mera aprendiz jeje, pero gracias por el cumplido, un lujo leerte.

      Eliminar