jueves, 24 de noviembre de 2016

En deuda contigo

Tengo deudas contigo...

Besos de buenos días, de esos que se escapan porque el reloj aprieta aún más que el sueño.
Una cena sin prisas, sentados uno junto al otro, solos, sin mirar a nadie más. 
Un poco de caos al llegar a casa, y una película, con palomitas, bajo una manta.
Hablando de manías. 
Descorchando las cosquillas. 
Te debo disculpas por cosas que haré o diré en los días que no haga más que discutir.
El cadáver de ese maldito mosquito que no te deja dormir.
Y para dormir, te debo tantas caricias, besos y cuentos...

Luego hay deudas mas grandes. Las importantes.


Estoy en deuda todavía para hacerte ver como mis ojos te ven. 
Te lo debo todo... ¡Prometido!
Pero de todas, absolutamente todas, la única importante. La más importante al final, es que te debo mis mejores y mis peores momentos. Te debo mis rutinas. Te debo mis miedos, mi fortaleza, mis alegrías y mis penas. Eso es lo único importante, deberte mi tiempo, mi tiempo futuro, para saldar el tiempo que no estemos juntos. 

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