Ojalá me quieras invierno, con escarcha en
las manos y nieve en los pulmones. Y si me quieres fría, aguanieve y
sal, descubras que en mi casa nunca falta la leña, el fuego y los
abrazos que son hogar.
Porque hay veces que sabes quién eres hasta que te disparan, y entonces, mi reloj se quiebra.
Corazón de arena, que con ira me diluyo, estallando en dos minutos.
Vendaval enjaulado en unas costillas demasiado pequeñas para contenerlo.
Tormenta de pena que arrasa y duele, como cada uno de mis huesos.
Sabes quién eres hasta que te soplan, y yo, me he ido con los granos de tierra a formar una muralla donde chocan tus palabras.
Huele a lluvia en un otoño a treinta y cuatro grados que suda histeria y, desata, los puntos de sutura de una vida valiente e inconsciente.
Disparo verdades que te duelen en el alma, para odiarme aún más si cabe y poner a prueba si es cierto, que aún así, me amas.
Huracán en los tobillos, monzones en la espina dorsal.
Una madre natura enfurecida que me sube a la cabeza y arrasa las flores blancas de una paz que no llega.
Tener big banes dentro y explotarlos en las palmas de las manos, donde me clavo las uñas para no crear desgarros.
Sabemos quiénes somos, hasta que nos arrasamos por dentro y nos decimos lo contrario.Porque hay veces que sabes quién eres hasta que te disparan, y entonces, mi reloj se quiebra.
Corazón de arena, que con ira me diluyo, estallando en dos minutos.
Vendaval enjaulado en unas costillas demasiado pequeñas para contenerlo.
Tormenta de pena que arrasa y duele, como cada uno de mis huesos.
Sabes quién eres hasta que te soplan, y yo, me he ido con los granos de tierra a formar una muralla donde chocan tus palabras.
Huele a lluvia en un otoño a treinta y cuatro grados que suda histeria y, desata, los puntos de sutura de una vida valiente e inconsciente.
Disparo verdades que te duelen en el alma, para odiarme aún más si cabe y poner a prueba si es cierto, que aún así, me amas.
Huracán en los tobillos, monzones en la espina dorsal.
Una madre natura enfurecida que me sube a la cabeza y arrasa las flores blancas de una paz que no llega.
Tener big banes dentro y explotarlos en las palmas de las manos, donde me clavo las uñas para no crear desgarros.
Si sobrevives y me quieres invierno… tendrás mi mejor verano.
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