Te soñé toda mi vida y al encontrarte creí que te quedarías para siempre.
Que tontos fuimos, decíamos que no era nuestro momento, nos encontramos a destiempo y aún así tuvimos el coraje de fantasearnos.
Inventamos un futuro juntos, con el fin de hacer todo aquello que ahora anhelamos...
¿A qué jugábamos? El tiempo huía a nuestro lado y cuando más felices estábamos, la realidad nos despertaba de un tortazo, donde ni siquiera podíamos entendernos y mucho menos escucharnos.

El Rastro (Madrid)
La verdad cayó como tormenta helada entre cientos de fotos que con ilusión guardábamos, nuestro escaparate como camino a las ganas de tocarnos.
Huiste avergonzado, mi mirada se cerró en llanto, y como parecía predestinado, nos separamos.
Mientras espero los motivos que me ayuden a entender tanto agravio, me he comprado un paraguas verde, uno que tape bien la ausencia de tus abrazos, bajo el que pueda sonreír cuando salte sobre los charcos y oiga en mí algo parecido a tu risa, esa que me enamoraba tanto...

La verdad cayó como tormenta helada entre cientos de fotos que con ilusión guardábamos, nuestro escaparate como camino a las ganas de tocarnos.
Vas a tener una hija? O una musa?
ResponderEliminarVaya tela, eres estupenda y super prolífica
Un abrazo
Jajaja fotos que me inspiran en mi Madriz, millones de gracias!!!!
EliminarBello y triste también, Estefanía. Los paraguas tienen poderes mágicos. Ojala te suene Singing in the rain.
ResponderEliminarMe suena, no perdamos nunca ese verde esperanza y sigamos cantando... y bailando!
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